domingo, 19 de agosto de 2007

Lorito Lorito

Estoy feliz, justo cuando no me lo espero venir, ahí en las pelonas copas de un árbol viejo cansado y muy alto unos loros, pienso que no es posible y me quedo pasmada, o sigo dormida pero los loros discuten aun cuando traigo puesto el audio a todo volumen; los oigo y ganan toda mi atención, tienen como las orejitas rojas pero no son huastecos estos están mas panzoncitos, tal vez si, pero de la huasteca tamulipeca y con eso de que es la mayor de todas, ja.

Pero sí, la mañana estaba como mágica, porque mas delante un perro me siguió creo que era el tintineo de las llaves lo que lo atraía y después me regalan un pan; bueno días como has estado muy bien fíjate que ahora bla bla bla .... la verdad es que la vida detrás de unos audífonos es diferente y luego me pregunto cuando veo una cascada de flores naranjas como campanitas unas a punto de abrirse ¿en verdad la ciudad es para mi? aunque me encantan las personas creo que me gustan mas las plantas y los animales, son más mágicos, no se igual y Dios me trataba de decir algo hoy, uno piensa que todos los días son iguales se va aburriendo, empiezas a caer en la monotonía, al rato crees que eres una rueda de esas viejas y sucias y muy rotas como las de los carritos del supermercado con chicles e hilos pegados, dando vueltas tristemente, gire y gire ahí por la vida. Pero una cascada de flores naranja, una parvada de loros huastecos y una persona desconocida hablandote, es mucho para una mañana.